Para todos aquellos que a mediodía tienen una cita gastronómica ineludible en su bar preferido, tenemos la solución. La Taberna Pedraza, en el Barrio de Salamanca, junto al paseo de Recoletos, nos da la receta de su plato más famoso. ¡Ojo! No lleva cebolla. Pero, no debe importarte. Según sus propietarios, el cariño con que la hacen es el ingrediente principal. Por Silvia Roba
Gruesa o delgada, casi líquida o muy hecha y, sobre todo, con o sin cebolla. Existen muchas, muchísimas, formas de preparar una tortilla de patata, seguramente uno de los aperitivos más consumidos en toda España. Que su elemento principal es originario de América es algo que ya todos sabemos, pero ¿cuándo se hizo popular este plato tan nuestro.
Existen historias y leyendas para todos los gustos. Durante bastante tiempo se creyó que su inventor fue el general Tomás de Zumalacárregui, que tan solo buscaba un alimento sencillo, rápido de hacer y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército durante las Primeras Guerras Carlistas, a mediados del siglo XIX.
Pero parece ser que ya en el XVIII esta tortilla era consumida de forma habitual en Villanueva de la Serena, municipio de Badajoz. Por lo visto sus creadores, unos ilustres hacendados, tan solo querían hacer pan de patata, un alimento barato para paliar la hambruna de la población, pasándolo por la sartén en vez de introduciéndolo en un horno. La receta fue mejorada por las mujeres del lugar, que le añadieron huevo. ¡Bien por ellas!
En Madrid es muy típico tomar un pincho de tortilla a mediodía. Hay incluso zonas, como la plaza de Olavide, en las que este plato es la auténtica estrella en sus bares y terrazas. En Madrid las hay famosísimas.
Son casi míticas la que sirven en el Sylkar, en el barrio de Chamberí, y la de La Ardosa, en el barrio de Malasaña, taberna inaugurada en 1892. Desde hace seis años les hace la competencia la Taberna Pedraza, en la calle Recoletos, donde las preparan al estilo de la ciudad gallega de Betanzos: sin cebolla, jugosa, semilíquida, con el huevo envolviendo a la patata.
Esta es su receta. Si eres pro cebolla total solo tienes que añadir una, cortarla y pocharla primero en aceite para después añadir a la patata. Pero… ¡no te pongas límites gastronómicos! Esta te va a encantar.
INGREDIENTES (por tortilla):
ELABORACIÓN:
Pelamos las patatas, las cortamos en rodajas, luego en bastones y finalmente en cuadrados de unos 3 milímetros de grosor. Las freímos en abundante aceite a 180 grados hasta que adquieran la consistencia de las patatas fritas.
Casi cuando están hechas, batimos los huevos con cuchara y no con tenedor, lo que genera menos aire y produce que la mezcla sea mucho más cremosa. Añadimos la sal y rápidamente las patatas y mezclamos todo bien. Calentamos la sartén con un poco de aceite y añadimos la mezcla. Jugamos con el fuego, subiendo y bajando. Cuando se despegue de las paredes es el momento de darle la primera vuelta. Damos las vueltas necesarias hasta conseguir cerrarlas, serán casi siempre cuatro vueltas. ¡Ahora toca disfrutarla!
Silvia Roba es una periodista muy viajera, que ha recorrido el mundo para poder contárselo a los demás. Es responsable de contenidos de esMADRIDmagazine y coordinadora de Bloggin' Madrid. ¿Lo que más le gusta? Perderse por la ciudad. ¡Síguele la pista!
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