El Madrid musulmán

Hacia el año 865, Muhammad I, hijo de Abderramán II, mandó fortificar la aldea de Magerit, antiguo Matrice (matriz), nombre que hacía referencia a las aguas del lugar y al arroyo que corría por la calle de Segovia.

Pero dos siglos después, en 1083, el rey de Castilla Alfonso VI, “El Valiente” consiguió reconquistar la localidad aunque durante muchos años después, en la villa convivirían musulmanes, judíos y cristianos. La fusión de los nombres árabe y romance dio como resultado la primacía del topónimo Madrid.

La Muralla Árabe, la primera muralla de la ciudad, se construyó durante el emirato de Muhammad I, hijo de Abderramán II, entre el 850 y 866 y fue reforzada en el siglo X por el califa Abderramán III. Sus restos más representativos se pueden contemplar en el parque del Emir Mohamed I, en las inmediaciones de la Cuesta de la Vega.

Otros restos de aquellos días pueden contemplarse en el Museo de San Isidro que recoge los vestigios recuperados en los tres yacimientos islámicos de Madrid: la Plaza de la Armería (sede del Alcázar), la citada Cuesta de la Vega y la Cava Baja /Plaza de los Carros, que demuestra la existencia de un arrabal en el exterior del recinto defensivo amurallado.

La Torre y Casa de los Lujanes, en la Plaza de la Villa, es otro símbolo de uno de los poquísimos conjuntos medievales de estilo mudéjar que quedan en Madrid, herencia del pasado árabe de la ciudad.

En el corazón de la antigua morería, que hoy se conoce popularmente como barrio de La Latina, se levanta la Iglesia de San Pedro el Viejo, cuya torre mudéjar data de mediados del siglo XIV. En el barrio de los Austrias se alza otra torre similar, la de la Iglesia de San Nicolás de los Servitas, considerada como el monumento más antiguo de Madrid, tras los restos de la citada Muralla Árabe y los de la Atalaya Islámica, antigua torre vigía, que pueden visitarse en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de Oriente.

Por último, la Ermita de Santa María la Antigua es el templo mudéjar mejor conservado de Madrid y hay que acudir hasta el viejo cementerio de Carabanchel, para poderlo ver. 

Enlaces de interés:

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La Biblioteca Islámica de la AECID en Madrid es una de las más importantes en su género en Europa. Cuenta con joyas bibliográficas de las primeras imprentas de Marruecos o Egipto y con libros que han sido rescatados de diversas guerras.

La Casa Árabe y su Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán son los principales referentes de esta cultura en Madrid. Su objetivo principal es el de fortalecer y consolidar la relación polivalente con los países árabes y musulmanes. En ella se organizan actividades como conferencias, exposiciones, cine y diferentes espectáculos.

La librería que se encuentra en su interior, Balqís, es independiente de esta institución, y dispone de una amplia oferta de libros de temática árabe y musulmana.

En Madrid se encuentra la mezquita más grande de Europa, la mezquita Omar, en el barrio de San Pascual, aunque todos los madrileños la conocen como la mezquita de la M-30, debido a que una de sus fachadas mira hacia esta vía. Desempeña también las funciones de Centro Cultural Islámico y es uno los monumentos más significativos y a la vez desconocidos para los madrileños y extranjeros que visitan la capital.

Otro lugar de culto en la capital es la Mezquita Central de Madrid, situada en una estrecha calle del barrio de Tetuán. Levantada en 1988, fue la primera mezquita construida en la capital desde la conquista cristiana en 1083 y pertenece a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE).

La mezquita dispone de una sala de oración para hombres, y otra para mujeres. El centro islámico cuenta también con una guardería, salón de actos, consultorio médico, carnicería y ofrece cursos de religión y lengua árabe para los no musulmanes, así como para los niños musulmanes.

Para entrar de lleno en la atmosfera del Madrid Musulmán histórico, te recomendamos una visita a los baños árabes Hammam Al Ándalus, todo un remanso de paz y relajación. Hay que tener en cuenta que estos baños son mixtos, para hombres y mujeres, donde es obligatorio el uso de traje de baño (bañador o bikini).

Shukran City Ventas, que cuenta con un local en Ventas, nos invita a degustar los tradicionales platos libaneses. Imprescindible probar hummus, moutabbal (puré de berenjenas), tabouleh, kastaleta ghanam (chuletas de cordero marinadas y a la parrilla), fideos kataifi horneados con crema de leche libanesa ashta y licor arak, la bebida oficial del Líbano y de otros países de Oriente Medio. Se trata de es un destilado de uva (aromatizado con anís) que se sirve con agua y hielo.

En el barrio de Lavapiés podemos comprar las carnes según manda la tradición musulmana, además de fumar una shisha. Alzahra quizás sea el establecimiento más auténtico, debido a su ubicación en la Mezquita de la M-30, todo un valor añadido para su amplia oferta gastronómica que recoge la esencia de la cocina de Oriente Medio y el Norte de África.

En el Paseo del Arte, muy cerca de Cibeles, se encuentra Al Mounia, un restaurante pionero que lleva desde 1969 dando a conocer la mejor gastronomía marroquí, elaborada con productos naturales, muy especiada y sabrosa. Ofrece uno de los mejores cuscús de Madrid, el mechoui de cordero, el tajine y una rica pastelería que se acompaña con el consabido té moro.

En el corazón de Chueca se encuentra el restaurante de gastronomía libanesa Mune Madrid que transporta a los comensales a un lugar donde gastronomía, cultura y tradición se combinan y forman un punto de encuentro que une comunidades. La carta se compone de platos tradicionales de la cocina libanesa, en los que se utilizan productos halal, como hummus, tabulé, falafel, kabab y kafta. Y en el centro de Madrid, en la calle Serrano 41, se encuentra Nômadâ Madrid, un restaurante con raíces árabes con cruces mediterráneos e inspiración andalusí. Cuenta con recetas ligeras realizadas empleando técnicas milenarias y una amplia carta de cócteles llena de matices y sabores exóticos. Además dispone de una terraza con vegetación y cascadas de agua y ofrece espectáculos de música en vivo y danza del vientre.

En el barrio de La Latina se puede visitar Rasif, restaurante de comida callejera libanesa con una rica y variada propuesta a base de ensaladas, mezzes, bocadillos y otros platos, traídos desde Beirut para enriquecer la gastronomía de Madrid. Y en el barrio de Chueca se encuentra el restaurante Sol Y Roll, un local que reinterpreta algunas recetas tradicionales del Medio Oriente. También se puede visitar el restaurante Makan de estilo libanés que cuenta con tres locales repartidos en Velázquez, Caleido y Malasaña.

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