Conocida también como Templo Nacional de Santa Teresa de Jesús y Convento de los Padres Carmelitas Descalzos, esta iglesia situada en la Plaza de España, en lo que fue la antigua Casa de Vacas de la montaña del Príncipe Pío, fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento el 20 de diciembre de 1995. El edificio destaca por su fachada, de inspiración medieval, que contrasta con las construcciones de su alrededor.
El templo fue construido en el siglo XIX como residencia de los padres carmelitas descalzos, y consta de iglesia y convento. De estilo neogótico con rasgos modernistas y renacentistas, su fachada está compuesta de almenas que querían representar una fortaleza, basándose en el libro de Las Moradas, escrito por Santa Teresa de Jesús.
El cuerpo central tiene tres puertas de entrada al templo, flanqueado por dos torreones poligonales. Encima del pórtico hay una escultura de la Virgen del Carmen.
La cúpula, situada a 35 metros de altura, es de estilo bizantino y está decorada con azulejos policromados en amarillos, naranjas, rojos y azules, rematada por una corona real. La obra la realizó el ceramista Daniel Zuloaga por encargo de la marquesa de la Floresta. El tambor está compuesto de dieciséis ventanas ojivales que en su momento tenía motivos del “Castillo Interior” de Santa Teresa y la "Subida al Monte Carmelo", de San Juan de la Cruz, destruidas durante el incendio de 1931.
En el interior, destacan la escultura de Santa Teresa, el Retablo y la luz que entra a través de sus vidrieras, creadas por la casa Maumejean.
En la actualidad, el convento y la iglesia pertenecen a la orden de carmelitas descalzos, en donde están establecidas la residencia de religiosos y una residencia de ancianos. Cumplió la función de parroquia desde 1965 y hasta el 1 de enero de 2016. Sigue siendo iglesia con celebraciones de misas, confesión y actividades de oración y formación, pero adscrita a la Parroquia de San Marcos.