Situado en el centro histórico de Vicálvaro, este templo es uno de sus edificios más importantes, construido con ladrillo castellano, con tres naves muy amplias y una esbelta torre. El templo constituye un destacado ejemplo de la arquitectura regional de mediados del siglo XVI y principios del XVII, por lo que, desde junio de 2022, la Comunidad de Madrid lo ha declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento
El primer documento escrito sobre la parroquia data del año 1427. Un poco más tarde, el 19 de septiembre de 1592, el rey Felipe II dictó una provisión real para hacer las obras de ampliación. Su edificación actual se construyó de nueva planta entre 1593 y 1621, aproximadamente. Por su parte, el cuerpo de naves fue levantado según trazas del arquitecto Francisco de Mora, Maestro Mayor de Obras Reales y de las Obras de la Villa de Madrid, dentro de la corriente del manierismo clasicista.
Realizada en ladrillo con cadenas de mampostería, la iglesia presenta cabecera poligonal, cuerpo de tres naves abovedadas, con mayor anchura en la central, y coro a los pies entre la torre y la capilla bautismal. A esta estructura se añade una sacristía del siglo XVIII, una capilla del siglo XIX, dedicada a la Virgen del Pilar, y otra de finales del siglo XIX. Todos sus bienes muebles se destruyeron durante la Guerra Civil, incluidos un retablo barroco que databa de 1602 y un órgano de tubos de 1760, que fueron repuestos a partir de 1940.
El inmueble se encuentra en correcto estado de conservación tras haber sido restaurado entre los años 1980 y 1990. Su protección responde a que reúne unos valores arquitectónicos de gran importancia y nivel técnico, reflejo de la evolución y cambios estéticos que se van produciendo en la arquitectura religiosa, por lo que presenta un alto valor histórico y cultural.