Francisco Moreno Redondo dio vida a este pequeño establecimiento de comestibles en La Latina que, con el paso de los años, se especializó en caramelos y dulces, utilizando la trastienda para elaborar su mercancía.
En aquellos años los niños se amontonaban frente al cristal-escaparate que rebosaba de caramelos. Un sueño para la infancia de aquella época que, sin embargo, pocos podían alcanzar debido al racionamiento y escasez de los años de la posguerra.
Después de sesenta años de existencia, a la familia Moreno le resulta casi imposible calcular las toneladas de azúcar que han salido de este paraíso del dulce. Tanto el exterior como el interior continúan literalmente decorados con golosinas, que sin duda dulcifican la mirada del cliente.
Los dueños además han ido ampliando el negocio vendiendo dulces sin azúcar y caramelos para diabéticos, así como dulces sin gluten para celiacos. También se ofrecen caramelos publicitarios para empresas e instituciones públicas o privadas. Además, Caramelos Paco dispone de una tienda virtual con envíos gratuitos. La firma tiene otra tienda en el número 52 de la misma calle Toledo, especializada en fiestas y disfraces.