El barrio de Malasaña es el lugar elegido por el grupo Rosi La Loca World para presentar su último proyecto gastronómico, un restaurante de influencias italo-gipsy con una decoración y una carta que no dejan indiferente a nadie, que ocupa el local en el que estuvo Superchulo. A través de la familia Giannini, gitanos italianos nómadas que viajan por el mundo con su espectáculo «El Romanio», el restaurante ofrece su particular oferta gastronómica y de coctelería, con su original y divertido menaje para servir platos y bebidas.
A lo largo de sus 350 m2, Boom Boom Ciao cuenta con una sala principal presidida por una mesa alta imperial, junto a la barra de coctelería y la cocina vista, desde donde poder observar el trabajo de cocineros y barmans. También hay mesas bajas en las que parece que se está flotando en un globo aerostático y otras ligeramente elevadas que ofrecen una vista panorámica del lugar.
El restaurante dispone también de un espacio más íntimo y reservado, para grupos numerosos, decorado con obras de arte y en el que hay un photocall. En su planta baja abrirá próximamente un espacio dedicado exclusivamente a coctelería, el Boom Boom Bar.
El diseño interior, realizado por CYRS en colaboración con Estudio Tentación, recuerda a la Dolce Vita italiana a través de sus estampados llamativos, mariposas de colores, limones y azulejos de terciopelo.
La chef Ainhoa Romero se encuentra al mando de los fogones, quien, junto al asesor gastronómico Ignacio Chicharro, ha creado una propuesta en la que el producto de calidad se potencia con grandes dosis de creatividad. La carta se compone de varias opciones para compartir. La brasa es la protagonista en varios de sus platos y, por supuesto, la pasta y las pizzas. En la coctelería, el head bartender de Rosi La Loca World, Alexis Velixar, ha diseñado una carta de 13 cócteles de autor que pueden acompañar desde el aperitivo al postre.